Esta entrada del blog va a ir dedicada a mi hermana para que
en un futuro pueda leerlo y sonría.
Para aquellos que lleguen a leer esto les diré que mi hermana
actualmente tiene siete añitos y para mí es una pequeñina muy valiente. Con tan
solo seis meses y medio tuvieron que sacarla del vientre de mi madre, era tan
chiquitina que cabía en la mano de una persona adulta. Pasó mucho tiempo en una
incubadora para poder hacerle frente al mundo que le esperaba fuera, y lo hizo.
A pesar de todos los problemas que tuvo para estar en este mundo lo consiguió.
Este año los médicos le han dicho que tiene problemas de crecimiento, que si no
hacemos algo se quedará más pequeña de lo usual, y la única solución es
administrarle todas las noches una vacuna con las hormonas necesarias para que
tenga un desarrollo normal durante siete años.
Comparando con los problemas de muchas personas esto parece
una minucia, al fin y al cabo solo es un pinchacito. Pero para mí que la he
visto llorar de miedo al tener que ponerle todas las noches sus vacunas no es
un problema tan pequeño, aún menos cuando el proceso se va a repetir por siete
años. A todo el mundo le duelen sus seres queridos. A muchos de pequeños nos
han dado miedo las agujas, y mi hermana ha tenido que superar su miedo para
poder hacerse mayor. Y es por esto que es la pequeñina más valiente a mis
ojos. ♥
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