viernes, 3 de enero de 2014

Necesito que me echéis una manita.

Se me ha ocurrido algo diferente para escribir esta vez. Puede que este sea el comienzo de una pequeña historia que escribiré en caso de que guste. He optado por el tema del amor entre personas del mismo sexo para apoyar la homosexualidad. Tomad esto como un simple boceto, una ideilla de lo que vendrá después. Así que agradecería que cualquier persona que lea esto me dé su opinión sea buena o mala, lo acepto todo. Para facilitar el anonimato y la libertad de expresión os dejo aquí el link de mi ask en el cual se pueden realizar comentarios y preguntas de forma anónima. http://ask.fm/NoeOkCat
 Usadlo por favor,que no cuesta nada y necesito opiniones. :,(...
 
Y aquí va el pequeño fragmento:

No sabía que extraño impulso la llevó a presentarse frente a su puerta. Ni siquiera sabía si debía sentirse eufórica por volver a verla o aterrada por su reacción, las sensaciones originaban una mezcla explosiva debido a la adrenalina que corría por sus venas. El corazón le palpitaba tan fuerte que parecía estallar en el interior del pecho. Marcó su número en el teléfono y espero tres tonos hasta que su voz se hizo oír:
-¿Sí?
Con la voz algo temblorosa por la emoción de pensar que tras una de las ventanas estaba ella y pronto la tendría delante respondió:
-Soy yo, estoy en la puerta de tu casa.
Los primeros pensamientos que acudieron a su mente al pronunciar esas simples palabras que llevaba planeando todo el viaje en el autobús fueron preciosos, ella se sorprendería y bajaría inmediatamente a abrirle la puerta y lanzarse a sus brazos, por fin volvería a tenerla a su lado aunque fuera unos instantes y podrían hablar y aclarar las cosas entre ellas, sin embargo lo que escuchó al otro lado de la línea telefónica fue muy diferente a sus expectativas:
-¿Estás mal de la cabeza? ¿Cómo se te ocurre presentarte así? Mis padres están en casa, no puedo hacer nada.
Por un segundo le faltó el aire, luego fue expulsado todo de golpe, absolutamente todo, se sintió vacía, hueca y rematadamente estúpida. Era cierto, probablemente se había vuelto loca ¿quién en su sano juicio cogería dos autobuses sin avisar para ver a la persona que realmente quiere aunque esta no parezca sentir lo mismo? Nadie, nadie destruiría sus sentimientos de una forma tan tonta y voluntaria. Y a pesar de todo allí estaba. Una vez más, arrastrándose, intentándolo todo para que ella estuviera a su lado, haciendo lo imposible para que la situación volviera a ser lo que había sido hasta hace unos meses.
En algún momento las lágrimas habían empezado a descender por sus mejillas silenciosamente y se dio cuenta de que ella seguía al teléfono esperando una respuesta. ¿Qué respuesta cabe esperarse después de semejante cuchillada al corazón?
-Sí…es cierto…debería haberlo pensado mejor…adiós.
Y colgó.
Únicamente las separaba un muro. Seguramente estaría en su cuarto con cara de incredulidad, mientras ella se había quedado petrificada en la calle, esperándola.
La cercanía de ambas le dolía tanto, la abrasaba por dentro la necesidad de derribar la puerta que las separaba, todo en su interior se agitaba presa del dolor. Se dio media vuelta y empezó a correr calle abajo hacia la estación de autobuses.

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